Niños hermosos
Es muy vieja la obsesión del hombre (y de la mujer, se sobreentiende) por garantizar la belleza de sus hijos. Los nazis organizaron, como es sabido, auténticas “granjas humanas” –los asilos Lebensborn que ideó Himmler– donde amazonas escogidas con esmero se “cruzaban” gozosamente con la pléyade de jóvenes arios, rubios y atléticos, rebuscados en el…