Clases de víctimas
Tengo entendido que en la agenda de Ingrid Betancourt figuran doscientas peticiones de entrevista. Todo el planeta quiere saber los detalles de su cautiverio, conocer de primera mano el dolor de la secuestrada, tal vez sin descartar el morbo de ese eventual divorcio de su segundo marido que se insinúa en algunos medios. Lo comprendo.…