Más fútbol
La afirmación, que hacía en mi columna de ayer, de que los chinos practicaban hace ya tres mil años su fútbol particular ha rebotado en mi correo electrónico, como un indignado boomerang patrimonialista, en varios irritados mensajes que la ponen en duda y poco menos que me acusan de agente de Catay. Bueno, tampoco…